miércoles, 1 de febrero de 2012

Vidas III





En un granero donde fui encerrado a los doce años conocí el mundo, ilustré la comedia humana. En una bodega aprendí la historia. En alguna fiesta nocturna en una ciudad del Norte encontré todas las mujeres de los antiguos pintores. En un viejo pasaje de París me enseñaron las ciencias clásicas. En una magnífica morada cercada por el Oriente entero, realicé mi inmensa obra y pasé mi ilustre retiro. He agitado mi sangre. Mi deber me ha sido condonado. Ni siquiera hay que seguir pensando en eso. Soy realmente de ultratumba, y basta de encargos.

Arthur Rimbaud

lunes, 23 de enero de 2012

Canción desde el Acuario







He apurado la copia hasta el fondo. Es decir, he sido seducido.
Era un niño, y me amaron.
El mundo se desesperaba, pues yo me mantenía puro. Ella
se revolcó por el suelo ante mí, con miembros tiernos
y atrayente trasero. Me mantuve firme.
Para calmarla, cuando se excitó demasiado, yací con ella
y me volví impuro.
El pecado me satisfizo. La filosofía me ayudaba al amanecer,
cuando velaba. Me convertí en lo que querían.
Miré largo tiempo hacia arriba y pensé que el cielo estaba
triste sobre mí. Pero veía que le era indiferente.
Él se amaba a sí mismo.
Ahora hace tiempo que me ahogué. Yazgo hinchado sobre
el fondo.
Los peces viven dentro de mí. El mar se está agotando.


Bertolt Brecht

miércoles, 18 de enero de 2012

Claus y Lucas




La abuela es la madre de nuestra madre. Antes de venir a vivir a su casa no sabíamos que nuestra madre todavía tenía madre.
Nosotros la llamamos abuela.
La gente la llama la Bruja.
Ella nos llama «hijos de perra».
La abuela es pequeña y delgada. Lleva una pañoleta negra en la cabeza. Su ropa es gris oscuro. Lleva unos zapatos militares viejos. Cuando hace buen tiempo va descalza. Su cara está llena de arrugas, de manchas oscuras y de verrugas de las que salen pelos. No tiene dientes, al menos que se vean.
La abuela no se lava jamás. Se seca la boca con la punta de su pañoleta cuando ha comido o ha bebido. No lleva bragas. Cuando tiene que orinar, se queda quieta donde está, separa las piernas y se mea en el suelo, por debajo de la falda. Naturalmente, eso no lo hace dentro de casa.
La abuela no se desnuda jamás. La hemos visto en su habitación, por la noche. Se quita una falda y lleva otra debajo. Se quita la blusa y lleva otra blusa debajo. Se acuesta así. No se quita la pañoleta.
La abuela habla poco. Salvo por la noche. Por la noche, coge una botella que tiene en un estante y bebe directamente a morro. Pronto se pone a hablar en una lengua que no conocemos. No es la lengua que hablan los militares extranjeros, es una lengua completamente distinta.
En esa lengua desconocida, la abuela se pregunta cosas y ella misma se responde. A veces se ríe, o bien se enfada, o bien grita. Al final, casi siempre, se pone a llorar, se va a su habitación dando traspiés y se tira en la cama, y la oímos sollozar mucho rato por la noche.

Kristof Agota


martes, 17 de enero de 2012

Consejo amistoso a un montón de jóvenes















Id al Tibet
montad en camello.
leed la Biblia
teñid vuestros zapatos de azul.
dejaos la barba.
dad la vuelta al mundo en una canoa de papel
suscribios al Saturday Evening Post
Masticad sólo por el lado izquierdo de la boca
casaos con una mujer que tenga una sola pierna y afeitaos con navaja

y grabad vuestro nombre en el brazo de ella

lavaos los dientes con gasolina
dormid todo el día y trepad a los árboles por la noche.
sed monjes y bebed perdigones y cerveza.
mantened la cabeza bajo el agua y tocad el violín
bailad la danza del vientre delante de velas rosas
matad a vuestro perro
presentaos al Alcalde
vivid en un barril
partios la cabeza con un hacha
plantad tulipanes bajo la lluvia.

Pero no escribáis poesía.

Charles Bukowski

Presentación

Este nuevo espacio es consecuencia directa del autogolpe de estado que he encabezado en mi pequeño planeta de locos.

Necesitaba un poco de orden mental y como consecuencia directa nace este espacio donde pretendo darle rienda suelta a muchas de mis inquietudes e intereses.

Sin más dilaciones decir que, si no sabes donde ir, pasate por aquí de vez en cuando.

Kiko Vallejo